- Porque ofrecen compañía y consuelo a través de su presencia cálida y reconfortante.
- Porque son una fuente de amor incondicional. Te aceptan y aman tal y como tú eres. No te juzgan ni tienen expectativas de ti ni del tratamiento. Saben ser ellos mismos, ese es su poder.
¿Cuáles son los animales más utilizados en acompañamiento terapéutico?
En casa, los animales más comunes son los perros y los gatos. Fuera de casa, también se utilizan otros animales como caballos, delfines, conejos, pájaros e incluso tortugas.
Los perros son populares en la terapia con animales debido a su naturaleza amigable y afectuosa, así como a su capacidad para interactuar con las personas y leer las emociones humanas. Además, los perros son fáciles de entrenar y pueden ser entrenados para realizar tareas específicas en terapia.
Los gatos también pueden ser útiles en la terapia debido a su naturaleza relajante y calmante. Ellos son especialmente efectivos en ayudar a las personas que sufren de ansiedad y depresión.
Los caballos son otra opción popular en la terapia con animales debido a su capacidad para reflejar las emociones humanas. Pueden ayudar a las personas a desarrollar habilidades sociales, emocionales y de comunicación, así como a mejorar su autoestima. El trabajo terapéutico con los caballos puede ayudar a los pacientes a desarrollar habilidades para establecer límites, tomar decisiones y resolver problemas, lo que puede mejorar su autoconfianza. Montar caballo, también ayudar a mejorar la fuerza, la coordinación, el equilibrio y la estabilidad del jinete.
Los Delfines. Se cree que los movimientos suaves y rítmicos de los delfines, así como los sonidos que emiten, pueden tener un efecto calmante y relajante en el cuerpo humano.
¿Cuál es la explicación científica detrás de todo eso?
Dentro de las explicaciones científicas detrás del uso de los animales en la terapia y en la mejora de la salud emocional y mental de las personas se encuentran las siguientes:
Efecto calmante: La interacción con los animales puede reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que puede disminuir la respuesta del cuerpo al estrés. Además, el contacto con los animales puede aumentar la producción de serotonina, dopamina y oxitocina, hormonas que tienen un efecto calmante y placentero en el cuerpo.
Estimulación social: La interacción con los animales puede mejorar la conexión social y la capacidad de empatía de las personas. Esto se debe a que los animales pueden actuar como «facilitadores sociales», proporcionando un tema de conversación o una actividad en la que las personas pueden participar juntas.
Mejora del estado de ánimo: La presencia de animales puede aumentar los niveles de felicidad y reducir los síntomas de ansiedad y depresión. Esto se debe a que los animales pueden proporcionar una sensación de amor incondicional y apoyo emocional.
Reducción de la soledad: Son una fuente de compañía y amor que puede reducir la sensación de soledad. Además, los animales pueden proporcionar una sensación de propósito y responsabilidad, lo que puede ayudar a las personas a sentirse más conectadas y comprometidas en su vida diaria.
Datos estadísticos sobre esta información.
Existen estudios que respaldan los beneficios de la terapia con animales en la salud emocional y mental de las personas, indicando que:
- Este tipo de terapias reducen significativamente los síntomas de ansiedad y depresión en pacientes con trastornos psiquiátricos y enfermedades crónicas.
- Ayudan a reducir los niveles de estrés en los pacientes hospitalizados.
- Ayudan con éxito al tratamiento de personas con trastornos de ansiedad, trastornos del espectro autista, trastornos del estado de ánimo y problemas de abuso de sustancias.
- Ayudan también a disminuir la frecuencia cardíaca, la presión arterial y los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
En resumen, la elección del animal para la terapia dependerá del tipo de problema emocional o mental que la persona esté enfrentando y de la forma en que el animal pueda ayudar a satisfacer sus necesidades emocionales.
Carolina Alcázar
Datos proporcionados por: The Journal of Psychiatric Research. La revista Anthrozoös. El Hospital St. Mary’s en Londres. The International Journal of Workplace Health Management. La Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (ASPCA).