De nuestro boletín semanal hoy quiero ampliar el que habla, que el sólo hecho de darnos cuenta de que necesitamos sanar emocionalmente ya es un gran paso, pero no le damos el mérito necesario a este paso de conciencia. Ya nos dimos cuenta de que hay cosas que debemos resolver y que queremos hacernos cargo haciendo algo al respecto. Y eso es lo mejor que te puede estar pasando, el cómo hacerlo vendrá después paso a paso, suelta y confía que de ese primer gran paso en nuestro camino del despertar y sanación espiritual no hay vuelta atrás.
En Carolina la mujer de hoy hemos aprendido que podemos sanar de muchas formas y a través de muchas vías. Que el recurso económico hoy en día no es necesariamente la mayor limitante, pero sí puede serlo, nuestro miedo a entrarle como comúnmente se dice: al toro por los cuernos. Y con esto me refiero a que no es posible sanar desde nuestra energía infantil que sigue anhelando y esperando que las cosas hubieran sido distintas.
En lo personal he tenido la oportunidad y la bendición de hacer distintos tipos de terapia gracias a la labor que realizo que me permite estar rodeada de especialistas que amorosamente me brindan su ayuda. Por otro lado, me considero una eterna aprendiz a la que le encanta ser autodidacta porque tampoco tengo todo el dinero del mundo para poder pagarme viajes, cursos o talleres que según yo me vendrían bien en mi proceso de sanación, pero eso no me limita para buscar y encontrar otras vías.
- También he tenido la oportunidad de sanar leyendo algún libro comprado o prestado.
- He sanado escuchando un audio libro en YouTube. Cuando estoy en medio del tráfico pesado prefiero usar mis datos de internet en eso. Cuando estoy en mi casa conectada a la internet en lugar de andar de metiche viendo que están haciendo otras personas en Instagram, Facebook o Tik Tok, escucho podcast en Spotify de personas que nutran mi mente y corazón con sus conocimientos o testimonios de vida.
- También he sanado viendo alguna serie (Mi otra yo) o película (El guerrero pacifico) por mencionarte alguna. Todo sin lugar a duda es un espacio para poder sanar.
- Y la mejor de todas, ha sido elegir dejar de sentirme víctima de mis circunstancias. Esto primordialmente me llevó a aprender a hacerme responsable de mis pensamientos, palabras, acciones y lo mejor de todo a aprender a gestionar mis emociones. Yo era presa fácil de mis emociones y circunstancias de vida. No sufría tanto por lo que me sucedió sino la resistencia a aceptar que TODO lo que me había sucedido en el pasado así tenía que ser. Te preguntarás y cómo sabe Carolina que así tenía que ser: porque así sucedió. Si no hubiera sido necesario que yo lo experimentará no habría sucedido. Estoy convencida TOTALMENTE que todo lo que nos sucede es perfecto y es necesario, y tiene un propósito que es de amor.
De las situaciones de vida más fuertes o dolorosas que he experimentado están:
- El abuso sexual del que fui víctima de los 4 a los 8 años.
- Mi encuentro cercano con la muerte el 22 de diciembre de 1995.
- El cáncer en las cuerdas vocales que mi esposo experimentó hace unos años.
- Que me anunciaran la muerte de mi mamá y la de otros seres queridos.
- El cáncer que actualmente está procesando mi hijo menor. Etc.
Que no nos gustan ese tipo de situaciones es TOTALMENTE CIERTO, pero también lo es que el drama que le agregamos es innecesario. Y se quita el drama en la medida que dejemos de querer decirle a Dios cómo deben suceder las cosas. Las que no han pasado y las que ya sucedieron. Así nos lo recuerdan en el versículo bíblico de Romanos 8:28 | Y sabemos que en todas las cosas Dios obra por el bien de aquellos que lo aman, que han sido llamados de acuerdo con su propósito. Ahora lo comprendo y acepto totalmente. Es desde ese espacio de aceptación y comprensión donde he podido encontrar los regalos o enseñanzas que cada una de esas situaciones en mi vida me han traído.
Mi propuesta con esta reflexión es que dejemos atrás la queja y las justificaciones y hagamos uso de los recursos que ya están a nuestra mano. A mayor apertura a ello más facilitaremos que otro tipo de recursos también lleguen a nuestra vida.
Abrazo tu alma a la distancia deseándote amor en tu corazón y paz en tu mente.
Carolina Alcázar
