El simple hecho de ponerle título a este blog, eriza mi piel. Mujeres de poder, dependiendo de quién lo exprese, puede decirse a la ligera, incluso hasta en tono despectivo o puede reflexionarse y reconocerse en él, el impacto que tiene ella a la hora de actuar.
Son sin duda dos grandes palabras: Mujer y Poder, pero para hablar de ellas, es preciso mencionar qué es lo que se suele entender al mencionarlas. Mujer: termino que hace referencia a lo femenino. Poder: habilidad y capacidad de hacer que otros actúen. Sumadas estas dos palabras, nos muestran a una persona capaz de lograr grandes cambios en la sociedad y en la humanidad. Sin menospreciar a los varones, a mí personalmente me hace mucho sentido la frase: “Cuando se educa a un hombre, se educa a un individuo. Cuando se educa a una mujer se educa a una nación”.
Me encanta ser testigo y poder darme cuenta que el involucramiento de la mujer en actividades consideradas en el pasado como “actividades exclusivas para varones” son realizadas hoy en día con tal profesionalismo y éxito que ya es casi imposible que los varones puedan no reconocer su aporte. Para lograrlo, es cierto, fue necesario que la mujer modificara la imagen que tenía de sí misma, de sus derechos y capacidades. Hacerlo le permitió demostrar en distintos niveles que para lograr sus metas era necesario ser valientes, atreverse a romper paradigmas, prepararse y especializarse.
Desde mi percepción, la propuesta de una mujer de poder hoy en día:
-No es luchar contra el varón o pretender ser como él, o mejor que él. No.
-Una mujer que maneja su poder de forma sana, sabe reconocer al ser divino que mora en ellos de la forma que lo reconoce dentro de sí misma.
-Una verdadera mujer de poder, es aquella que ha sido capaz de desarrollar el autoconocimiento y la autoconfianza y auto valía, ingredientes esenciales para poder autogobernarse y poder de esa forma entregarse al servicio de los demás.
-Una mujer de poder, es alguien que aprendió a validar sus derechos en las distintas áreas de su vida: emocional, educación, salud sexual y reproductiva y tiene claro al mismo tiempo, cuáles son sus responsabilidades.
-Una mujer de poder, sabe que su empoderamiento le da la capacidad de ser más efectiva para combatir situaciones sociales como: la pobreza, el hambre y el desarrollo sostenible.
-Una mujer de poder, es aquella que busca la equidad de géneros y su representación en todos los niveles y sectores.
-Una mujer de poder, es aquella que manifiesta su opinión, respeta la de los demás y sabe negociar para llegar a acuerdos que favorezcan a todas las partes involucradas.
-Una verdadera mujer de poder es aquella que no se sirve de los demás, sino que está dispuesta a servirles.
¿Y tú, ya recuperaste tu poder?
Carolina Alcázar