¿Qué pasa si una persona no recibe afecto durante su niñez? Una niña o niño sometido a la privación del afecto, en su adultez tenderá a presentar inmadurez emocional, será alguien egoísta, sin empatía, presentará dependencia emocional, inseguridad en sus relaciones, trastornos depresivos, fobias y será una persona egocéntrica y con propensión a los vicios. Crecer sin afecto, sumado al maltrato o abandono, hará que la persona sea más vulnerable emocionalmente, con baja autoestima, y con dificultad para expresar lo que siente.
¿Recibiste prohibiciones, mandatos o calificativos sobre tu persona cuando eras una niña?
Con esto me refiero a las expresiones que hicieron sobre nosotras, calificativos despectivos, o las cosas que nos hicieron sentir para llegar a creer que el mundo no es un lugar seguro, en el que no vale la pena vivir, que no merecemos cosas buenas, y que no tenemos la capacidad de lograr o alcanzar nuestros objetivos o metas. Las palabras tienen el poder de crear y destruir. ¿Eres consciente del vocabulario que utilizas cuando piensas y hablas de ti? Más allá de lo que otros te dijeron o hicieron sentir ¿Qué te sigues diciendo a ti misma al respecto? Esto último es lo que más daño te hace.
¿Cuánta falta de conocimiento y consciencia personal tienes de lo que eres, y de lo que no eres responsable?
Ese desconocimiento te lleva a dar más de lo que recibes. A victimizarte. Inventar excusas. A quejarte. Utilizar a otros para justificar tu falta de responsabilidad. El exterior no está para que luches, está para que aprendas. Si luchas contra ti misma, es imposible cambiar. Haz una tregua para dejar de juzgarte, para dejar de decirte que no puedes, que no mereces. Perdónate por los errores que cometiste, no supiste hacerlo de otra forma, no tenías ni el conocimiento ni los recursos. Actuaste lo mejor que pudiste. Perdónate.
¿Te haces cargo de ti misma y cubres tus propias necesidades?
Aprender a hacerse cargo de sí misma, es dejar de esperar que alguien más organice nuestras prioridades, nos diga que pasos dar, o nos ofrezca oportunidades para ser nosotras misma. Ser dueña de nuestra vida, requiere que salgamos a buscar lo que necesitamos, nos arriesgamos, nos demos permiso a equivocarnos y volver a intentarlo las veces que sea necesario. Toma la responsabilidad de tu vida. Sal del victimismo.
¿Te atreves?
Carolina Alcázar