En las redes sociales de Carolina la mujer publicamos una frase de Brené Brown que textualmente dice: “La vulnerabilidad no es ganar ni perder; es tener el coraje de aparecer y ser vistos cuando no tenemos el control sobre el resultado”. Frase que dio pie a querer compartir contigo el pensamiento que tengo al respecto. Pero primero, déjame comentarte algo, Brené Brown, dice Wikipedia: “Es una académica y escritora estadounidense, actualmente profesora e investigadora en la Universidad de Houston. Durante los últimos quince años se ha dedicado a estudiar temas diversos, incluyendo la vulnerabilidad, el coraje, la vergüenza, y la empatía. En lo personal, por el material donde he tenido acceso a ella, la percibo como una mujer brillante, sensible, estudiosa, amena, divertida, genuina y con grandes deseos de ayudar al ser humano a conocerse a sí mismo profundamente, a comprenderse y amarse cada vez más así tal cual fue creado. En tres palabras: La admiro profundamente, por eso doy crédito a las conclusiones de sus estudios.
Entremos en materia. Para ello quiero dividir en tres partes la frase, y tomaré únicamente la segunda y tercera parte: “Tener el coraje de aparecer y ser vistos” ¿Por qué requerimos de coraje para poder mostrarnos tal cual somos? Cuando en realidad ser nosotros mismos es nuestro mayor aporte a la humanidad. Acá algunas razones de nuestra falta de coraje: “Nos cuesta ser auténticos y mostrarnos tal como somos, por miedo al qué dirán, miedo a que no nos quieran, miedo a defraudar, miedo a no encajar y miedo a no destacar entre otros. El miedo y la idea de no sentirnos completos, nos hace creer que es más fácil aparentar y fingir que somos alguien que no somos para que nos quieran, que ser nosotros mismos.
Me encanta pensar que lo que todos realmente deseamos en el fondo, es que aquellos con quien nos relacionamos, tanto ellos como nosotros, seamos auténticos, honestos y que siempre hablemos con la verdad. Pero esa no es la realidad. Todos de una u otra forma aprendimos a fingir ser quienes no somos, por la necesidad que tiene nuestro ego de sentirse amado, aprobado y de pertenecer. Buda dijo al respecto: “El problema del ser humano es el sufrimiento y la razón del sufrimiento es el deseo egoico”. Es decir, queremos que las cosas y las personas sean de una manera, mientras que Dios, tiene un plan para el desarrollo de nuestras almas. Todo el sufrimiento y falta de coraje del ser humano, surgen de esa diferencia entre lo que queremos y lo que Dios quiere para el crecimiento de nuestra alma.
“Cuando no tenemos el control sobre el resultado”. El miedo le da también al ser humano la necesidad de controlar de forma desmedida aquello que le rodea, para según él, poder ejercer poder sobre todo lo que ocurre y actuar ante esas consecuencias. Nuestra necesidad de control y poder suele estar acompañada de pensamientos y preocupaciones adelantadas a las cosas, antes de que pasen. Nos aterra la incertidumbre porque en medio de ella no sabemos qué va a pasar. Es decir, si va a ocurrir o no tal o cual situación. El resultado no está en nuestras manos poder controlarlo. Recordemos cuáles son las cosas en las que si podemos tener control: en nuestras acciones, nuestra actitud, nuestras ideas o pensamientos, nuestra reacción, nuestras emociones, en elegir que queremos hacer con lo que nos ocurre. Deseo concluir con el pensamiento de Byron Katie que dice: “El miedo solo tiene dos causas, la idea de perder lo que tienes o la idea de no conseguir lo que quieres”.
Carolina Alcázar
