El cariño, aunque lo hemos confundido con el amor, no significan lo mismo. El cariño, es un sentimiento variable, como lo son todos los sentimientos. Y su existencia va a depender del comportamiento del otro. El cariño al no ser abstracto, necesita un objeto sobre el cual proyectarse. El cariño lo estamos proyectando en todo lo que anteponemos las palabras ‘quiero y mí’, por ejemplo: quiero mucho a mis hijos, quiero que mi casa sea hermosa, mi empresa es única, etc. El cariño, como habrás podido ya notar, es una manifestación de afecto del ego, existe solo en él. No existe en el alma. El cariño nos da problemas cuando nos sentimos ofendidos, por eso, disminuye o acaba cuando dejamos de sentirlo.
En el alma lo que existe es el amor. El amor no tiene nada que ver con el cariño. El amor es una comprensión, no es un sentimiento, por eso, no es variable. El amor es una manera de comprender el mundo, es una forma de ser, por lo tanto, no depende del comportamiento del otro. Amar, es considerar de manera completa a la otra persona, aceptándola con su luz y su sombra, es comprenderla en sus tristezas y acompañarla en sus alegrías, es respetar sus opiniones, aunque no coincidan con las propias, es promover el bienestar del otro, es entendimiento mutuo, es dar siempre lo mejor de uno mismo. El amor da libertad y basa las relaciones en una posición positiva y constructiva en ambas vías. Una forma de poder expresar el amor universal por otro, es la forma en que sentimos por un hijo recién nacido. Empezamos a amarle sin antes haberle conocido.
Amar no es poseer. Amar no es depender. Para poder amar bien es necesario reconocerte como un ser completo cuyo origen es el amor. Ya somos amor. No existe tal cosa de ‘tú mi complemento, mi media naranja’. No. Ese es un estribillo para una canción, que busca que la andes cantando todo el día. No eres el complemento de nadie ni nadie te completa a ti. Naciste completo.
Para experimentar el amor incondicional, es necesario librarse de la idealización romántica, que seas consciente de lo que puedes dar y recibir, que dejes de depositar en la otra persona la responsabilidad de ser valorado y cuidado, que conserves tu autonomía e independencia emocional, que no ejerzas ningún tipo de control en la otra persona, que no exijas demostraciones o pruebas de amor, eso es manipulación. No amor.
En las Sagradas Escrituras, en Lucas 6:32-35 somos invitados a reflexionar sobre lo que llamamos amor: ¿Qué mérito tenemos al amar solamente a quienes nos aman? ¿Qué mérito tenemos al hacer bien a quienes nos hacen bien? Aún los pecadores actúan así. Lo que opino respecto a esta reflexión es que cuando ‘amamos solamente a quienes nos aman’ en realidad lo que sentimos por ellos es cariño. No amor.
La auto observación nos permite darnos cuenta de cómo pensamos, cuáles son nuestras creencias, cómo sentimos, cómo actuamos. Nos resistimos o fluimos. Nos hacemos responsables o culpamos a otros, etc. Auto observarnos da lugar a un espacio nuevo de consciencia llamado auto conocimiento ¿Te atreves a aprender a amar?
Carolina Alcázar