No saber amarnos es el efecto, la causa puede estar en diferentes aspectos y etapas de nuestra vida. Una persona que ha sufrido traumas, puede sentirse abrumada, indefensa, o tener dificultad para procesar sus experiencias. Las consecuencias de no resolver los traumas de la niñez son varias, y pueden afectar posteriormente nuestras relaciones sociales, al grado de evitar la cercanía o no confiar en los demás, reprimir o exagerar nuestras emociones, sentir ansiedad por abandono, dar en exceso, ser codependientes, entre otros efectos.
El trauma también puede causar síntomas físicos.
Como: trastornos alimentarios o del sueño. Ansiedad, irritabilidad y nerviosismo. Miedo ante cualquier situación, incluso en las más normales. Depresión. Consumo de sustancias. Intento de suicidio entre otros.
Te preguntaras ¿se curan las heridas emocionales? Por supuesto. Si quieres sanarlas es necesario:
- Que dejes de pensar como víctima.’ Suelta la necesidad de querer tener la razón o de querer demostrar algo.
- En vez de seguir culpando a los demás de tus desgracias o carencias, lo mejor es hacerte responsable de tu felicidad. Suelta las expectativas propias y ajenas.
- No reprimas lo que sientes. Negar o minimizarlo no lo resuelve. Expresa tu dolor, tu frustración, tu impotencia, tu enojo, tu vacío, tu tristeza, tu miedo, tu culpa, tu vergüenza.
- Aprende a perdonar. Identifica los pensamientos erróneos que surgieron en ti a causa de lo que sentiste e interpretaste sobre lo que te sucedió. Solemos lastimarnos más a causa de ello que por lo que realmente pasó.
- Suelta la creencia de que tú podrías haberlo hecho mejor que las personas que te lastimaron. No es así. Si tú estuvieras en su lugar, tendrías su misma historia, sus mismas heridas, su mismo nivel de consciencia, por lo tanto, habrías hecho lo mismo.
- Piensa en el presente. La vida está sucediendo aquí y ahora. Seguir en el pasado es renunciar a tu poder, a tu creatividad, a tus dones y habilidades.
- Ámate desde el amor incondicional. El amor verdadero empieza por ti misma. Implica una conexión emocional profunda de respeto y compromiso. Desde el amor incondicional te aceptas tal y como eres, tal y como te sucedieron las cosas. Muere en ti el deseo de condicionar, manipular o controlar. Dejas de juzgar, atacar, rechazar. Corriges no castigas.
- Si no sabes cómo hacerlo, por favor busca ayuda. Estás hablando de tu vida. Mereces amar y ser amada.
Carolina Alcázar
