Escucharle decir eso a Diego Dreyfus, captó de inmediato mi atención. Dar algo cuando es fácil es del ego, dar cuando es complicado, es del alma. Lo más complicado de dar es tu esencia, tu vulnerabilidad, tus errores, tus aciertos. Lo más complicado es dar tu don. Y es complicado porque primero tienes que descubrirlo. Y lo segundo es el tiempo, porque la forma de entregarlo es con tiempo y eso es lo único irremplazable y que jamás regresa.
Siempre que des algo es una bendición para otros, pero no siempre es una bendición para ti. Cuida de no dar algo que te sobra. Cuando das lo que jamás vas a reemplazar, o lo que verdaderamente te representa como el ser único y especial que eres, tu don y tu tiempo, no solo cambia a otros, sino que cambia a ti por completo.
¿Qué es eso que está en ti más desarrollado que en otras personas?
Ese algo que puede ser de gran utilidad para ti y para los demás, es precisamente lo que te hace invaluable y maravilloso. Cuando das algo útil de ti a los demás sientes una entrega total y plenitud. Puedo incluso aseverar porque eso es lo que siento cuando realizamos cada uno de los episodios del podcast de Carolina la mujer de hoy, cuando doy una conferencia, cuando tengo una presentación en teatro, cuando escribo los blog o material para incluir en mis libros, cuando comparto con familia o amigas sobre lo que he cuestionado respecto a mis creencias y descubierto en mi interior. Entregarme de esa manera me ha llenado mi vida de momentos que dan sentido a mi vida, y lo que a su vez es lo que ha permitido que nuestro producto trascienda y evolucione durante 26 años.
Si no entregas tu don a los demás, el futuro de la industrialización puede en un momento dado llegar a reemplazar tu mano de obra humana por robots, y los trabajos de toma de decisiones por la inteligencia artificial. Esto no es algo por lo que tengas que esperar años para verlo suceder, ya está sucediendo. Lo vemos en películas y podemos pensar, “ah, pero eso es ciencia ficción”. No es cuestión de ciencia ficción ya forma parte de la realidad en la vida de muchas personas.
Descubrir tu don y entregar tu esencia, es algo que ninguna tecnología puede reemplazar. Tus cualidades internas te hacen ser único, extraño y especial. De hecho, lo más raro de ti, eso de lo que algunos incluso pueden burlarse, eso es lo que va a ser lo mejor pagado. Por ello, si no quieres sentirte usado, laboralmente hablando, haz de intercambiar eso que sabes que te hace sentir único, pleno y especial.
Creo fehacientemente que todos vinimos a aprender, crecer y pasar nuestra esencia a otros.
Mi pregunta: ¿Conoces cuál es tu don? Mi invitación: Descúbrelo y atrévete a entregarlo a los demás.
Carolina Alcázar
