Amar es una energía en la que eliges entregarte no solo a ciertas personas como tu pareja, tus hijos, tus padres, tus hermanos, tus amistades o tus mascotas. Amar es una energía de dar, de entregar, y si lo haces con conciencia, puedes darla incluso cuando saludas a un desconocido.
No existe el amor incondicional, pues eso querría decir que existe el amor condicional, y si hay una condición no es amor. Tampoco existe el amor abierto pues eso quiere decir que existe el amor cerrado. Condicionar tu amor a otros según cómo se comporten contigo, no es amor, eso es posesión, manipulación, control.
Amar es un superpoder que no requiere nada del otro. ¿Por qué digo esto o cómo lo sé? te doy un ejemplo: A mi hermana Leticia, aunque falleció hace casi ya seis meses, yo sigo amándola y no necesito que ella me ame de vuelta para yo hacerlo. Ella ya no está en este plano terrenal pero mi amor por ella sigue vivo. Descubrir esto rompió límites y barreras en mi mente y en mi corazón.
Amar sin condicionar es algo que al practicar y perseverar nos encamina a la vida que imaginamos o anhelamos tener. Cuando me hice consciente de ello, empecé a incluir en mi agenda acciones posibles y tangibles que hacen posible que eso suceda:
- Convocar a desayunar a nuestros hijos y sus familias cada sábado.
- Enviar algún mensaje a mis hermanos o hermanas preguntándoles cómo están, o una notita diciéndoles cuanto valoro lo que son y representan en mi vida.
- Agendar tiempo cada mes para compartir con mis amigas que están cerca y enviar mensaje a las que están lejos.
- Ser más generosa verbalmente. Con esto me refiero a que si voy a hablar de alguien sea para aprender, no para criticar, rechazar o juzgar.
- Observar las sensaciones que surgen en mi cuerpo cuando hablo. Mi cuerpo confirma o no lo que estoy diciendo. Para ello es bueno aplicar la técnica 2×2. Cada dos horas detente durante dos minutos a observar cómo te estás sintiendo. Ya sea que te sientas bien o mal, revisa que sucedió en esas dos últimas horas y que pensamientos estuvieron asociados a ese o esos eventos. Eso te dará la pauta del por qué de tu estado actual. Elige nuevamente qué actitud deseas tener ante lo que sucedió.
Si quieres algo tangible para saciar esta necesidad que tenemos los humanos de amar, te invito a que pongas en tú agenda ver a la gente que amas, recordando cada día que nadie es tuyo y que no necesitas que te amen de vuelta para poder amarlos.
Si quieres amor, suelta la razón.
Carolina Alcázar
