¿Qué escuchaste de pequeña sobre el amor y el amarte a ti misma? ¿Te dijo alguien que antes debías priorizar a los demás? ¿Validaron tu forma de ser y de sentir? ¿Cubrieron tus necesidades básicas? ¿Te sentiste amada? Muchas veces la falta de amor propio viene dada por situaciones como la falta de amor en tu infancia por parte de tu entorno o el maltrato de cualquier tipo.
El amor a sí misma es vital si quieres gozar de bienestar emocional. Por ello considere importante compartir contigo lo que hasta hoy he aprendido sobre lo que significa amarse a sí misma; o dicho de otra forma, aceptarse tal y como uno es.
Amarte, es aceptar los sentimientos que tienes por ti misma, hacía tu físico, tu personalidad, carácter, actitudes y comportamientos. Cuando te amas a ti misma, dejas de creer que tu valor y tu felicidad depende de lo que otros te dan o hacen por ti.
El amor a sí misma se da momento a momento. Y aunque aprendimos a creer que el amor es algo que viene de afuera, hoy se sabe que no tenemos que hacer nada extraordinario para merecerlo o experimentarlo. Ya somos amor. Esa es nuestra esencia.
Un día me plantee, la pregunta Carolina, ¿Qué es para ti el amor propio? Guardé silencio, esperando encontrar la respuesta en mi interior, ahí es donde habita Dios. Conecte con información que antes nadie me había dicho. Cerré los ojos al plantearme la pregunta, la respuesta no se hizo esperar. Aparecieron frente a mí, los signos de suma, resta, multiplicación y división. Como seguía sin comprender, pregunté ¿y esos signos que significan? Volví a guardar silencio. Como respuesta aparecían ahora los mismos signos, pero ordenados en dos grupos. En el primer grupo estaban el signo de suma y el de multiplicación; en el otro grupo estaban el de resta y división. Ante esa nueva clasificación pude comprender que cuando las cosas las hacemos desde el amor, todo suma y multiplica. Y cuando actuamos o estamos sintiendo miedo, todo resta y divide. Me hizo muchísimo sentido la respuesta.
Ahora como practicante del amor, soy más consciente de cuando me estoy amando o de si ya me volví a olvidar de mí. Ahora me trato de una forma más considerada y respetuosa, ya no desde la autoexigencia. El amor propio me llevó a relacionarme con los demás sin tener sentimiento de sacrificio o pérdida. También me dio la pauta de la forma en que creo que debo tratar a otros y ser tratada por ellos.
He ido aprendiendo a ser más genuina, responsable, amigable y amorosa. Atrás quedaron los días de querer ser posesiva, tener el control o manipular. Di la bienvenida a mis limitaciones y estoy aprendiendo a amarlas, solo amando la totalidad de lo que soy, puedo ser plena. ¿Cómo es la relación de amor que tienes contigo misma?
Carolina Alcázar