El Chi Kung o qigong es una práctica milenaria china traducida como el arte de cultivar la energía vital para que esta circule de manera adecuada y armoniosa por nuestro organismo. Los fundadores del Chi Kung se inspiraron en la naturaleza, los animales y los elementos del universo. Involucrando en su práctica una gran diversidad de técnicas que comprenden la mente, el ejercicio físico y la respiración para favorecer estados de calma, mejorar el rendimiento y generar bienestar a cualquier edad.
En lo personal, recibir clases de Chi Kung, me ha permitido hacerme un poco más consciente de algunas creencias limitantes que tenía sobre mi cuerpo (autoexigencia, no aceptación plena) y sobre la rigidez o flexibilidad mental que puedo experimentar a través de ser consciente de la conexión que existe entre mi mente (pensamientos) y cuerpo (sensaciones de bienestar o malestar). Cuando lo practico sin juicio alguno sobre mí misma, o mis capacidades, es maravilloso ser testigo de cómo al dejar mi cuerpo y mente en libertad de expresarse y Ser, éste fluye de manera natural, armoniosa y relajada.
Estos son algunos beneficios que he experimentado durante la práctica de Chi Kung:
Reducción del estrés. La combinación de movimientos suaves, lentos y rítmicos sumados a respiraciones conscientes y profundas, generan en mí un estado de calma y paz, favoreciendo con ello una actitud optimista y alegre ante la vida. De este modo ha sido para mí mucho más sencillo experimentar la tan anhelada felicidad.
La relajación profunda y la tranquilidad mental, me han ayudado tanto a conciliar mejor el sueño, como a disfrutarlo. Cosa que en realidad heredé de mi padre, pero a partir de practicar chi Kung, me he dado cuenta que puedo alcanzar niveles de sueño más profundos.
Aumento de la energía física y emocional. Los movimientos suaves y lentos facilitan la apertura y fluidez de la energía de los canales energéticos en mí cuerpo, haciéndome sentir con ello, más enfocada, con más claridad mental, y disposición a disfrutar de mis jornadas y rutinas de ejercicio, tanto como las laborales, familiares y sociales. Siendo todo ello indispensable para poder gestionar de manera más adecuada mis emociones y poder dejar así de vivir en automático.
Elimina las toxinas. Algunos de los síntomas de acumulación de toxinas son, el acné, estreñimiento o diarrea, gases, hinchazón, fatiga. Practicar Chi Kung, aumenta la circulación y el flujo de energía a todas las partes de mí cuerpo, lo cual favorece: 1- La eliminación de toxinas a través de todos los órganos involucrados, como la piel, los intestinos, el hígado, los riñones, pulmones y el sistema linfático. 2- Favorece la producción de células nuevas. 3- Refuerza el sistema inmunológico.
Ya por último y no por ello menos importante, el Chi Kung me ha ayudado a mejorar las funciones del sistema gastrointestinal: regulando y fortaleciendo la movilidad de mí intestino, además de acelerar la evacuación y eliminación de gases. Incluso, muchos de los ejercicios que practico, me ayudan a tonificar el hígado y el páncreas.
Espero con esta lista de beneficios haberte dejado la inquietud o curiosidad para probar esta disciplina. Si quieres conocer un poco más al respecto, te invito a que visites nuestra página Web www.carolinalamujerdehoy.com.gt Preparamos con mucho cariño con Luis Duarte, mi profesor de Chi Kung, una master class y un taller de cuatro sesiones en las que podrás empezar aprender y a disfrutar de los beneficios de su práctica. Este taller estará disponible en el mes de mayo 2023.
Estamos conscientes que existen miles de caminos diferentes para alcanzar el equilibrio. Lo importante es que encuentres el tuyo, lo hagas propio y lo practiques.
Carolina Alcázar
